11.HATHA YOGA



La palabra Yoga proviene del sánscrito y significa unión, pues su meta primordial es unir a la conciencia individual (Jiva) con el principio absoluto (Atman) alcanzando un estado de armonización que se expresa como la plenitud del bienestar psico-físico.

En este sentido, el Yoga considera al ser humano como una unidad donde la mente, el cuerpo y el alma se relacionan íntimamente, utilizando para ello un conjunto de técnicas psíquicas y corporales.

El Yoga es la disciplina oriental más practicada en Occidente, y si bien se conoce aquí desde hace muchos años, es en la actualidad que ha tomado mayor auge, especialmente entre las personas que viven en las grandes ciudades con un ritmo de vida acelerado y que necesitan contrarrestar los efectos del estrés cotidiano. A este fin, son cada vez más los médicos que recomiendan la práctica de Yoga para reducir los niveles de ansiedad de sus pacientes pues de esta forma no sólo se mejora la movilidad del cuerpo, sino también se relaja al sistema nervioso.

QUIENES PUEDEN PRACTICAR YOGA
En principio cualquier persona puede hacerlo, aunque aquellas que tengan algún tipo de limitación física deben consultar a su médico, pues el sistema se basa principalmente en elongaciones musculares que trabajan sobre la flexibilidad de las articulaciones y de la columna vertebral. Por sus características, esta disciplina está especialmente recomendada para personas de la tercera edad, a quienes devuelve gran parte de la flexibilidad y tonicidad perdidas, sin perjuicio de que sea practicada también, y por cierto que lo es, por gran cantidad de personas jóvenes que buscan en ella un buen estado físico y además, un remanso de paz espiritual.

LOS ELEMENTOS QUE SE NECESITAN
En todas las ciudades de cierta importancia existen diversos lugares y muy buenos instructores de Yoga pues es una disciplina conocida que está instalada desde hace varios años. Pero además de las clases grupales guiadas, que son siempre convenientes para evitar lesiones por la mala ejecución de los movimientos, si se tiene cuidado, puede practicarse el Yoga  en la intimidad y la calidez del hogar, incluso, en forma solitaria, lo cual permite disfrutar mejor de algunos de sus pasos esenciales como son la relajación y la meditación.

Para ello hace falta un espacio no necesariamente grande, pero sí tranquilo, limpio, bien iluminado y ventilado, aunque no expuesto a corrientes de aire. Y si las condiciones lo permiten, puede hacerse también al aire libre. En interiores, la decoración conviene que sea sencilla y de colores claros, igual que la ropa que vaya a usarse, que además no debe ser ajustada. Los pies pueden estar descalzos o con calcetines para favorecer así el flujo de energía por los chakras (que son los puntos o centros del cuerpo por donde entra y sale esa energía). El ambiente debe mantenerse tibio y agradable.

Las sesiones, cuya duración es de alrededor de una hora, suelen acompañarse con una música suave, preferentemente oriental, colocando en el entorno algunas plantas y sahumerios para que purifiquen el lugar. Se estila también colgar llamadores de ángeles en las ventanas para captar en delicadas vibraciones sonoras el arrullo suave de las brisas. Finalmente se realizarán los ejercicios o posturas (Asanas) sobre una alfombra o colchoneta de tela que no contenga plásticos.


TÉCNICAS QUE SE UTILIZAN

Básicamente son cuatro:
 a) RESPIRATORIA: se realiza aplicando la respiración abdominal, como hacen los bebés, y  que consiste en llevar el aire a la parte baja del abdomen con una inhalación más o menos profunda, seguida de una exhalación completa.
b) CORPORAL: se trata de una serie de posturas (Asanas) que pueden ser estáticas o dinámicas y que promueven la elasticidad muscular y la flexibilidad articular, relajando todo el cuerpo.
c) DE RELAJACIÓN: enseña a concentrar mentalmente la energía del pensamiento en distintas partes del cuerpo, a la manera de un masaje psíquico que elimina cualquier tensión.
d) DE MEDITACIÓN: sirve para tomar conciencia, luego de la relajación física y mental alcanzada, de un estado o condición que permite obtener la armonización espiritual con lo Absoluto.

LOS 8 PASOS DEL YOGA
El Yoga no es sólo una serie de posturas “raras” como muchas personas no introducidas en el tema pueden pensar.  Es en realidad un sistema o  filosofía de vida en  el que los  ejercicios son sólo una parte del todo y cuyos fundamentos se apoyan en una estructura mental y espiritual que el sabio Patanjali Maharishi ya había sistematizado dos siglos A.C. Estos 8 pasos o peldaños son los siguientes:

1) Las abstenciones (Yamas), que son preceptos éticos y morales como por ejemplo, no dañar ningún ser viviente, no mentir, no robar, controlar los sentidos y vivir con austeridad.
2) Las observancias (Niyamas), que proponen una limpieza interna y externa, vivir con alegría y agradecimiento entregándose a la voluntad divina.
3) Las posturas corporales (Asanas), reunidas dentro de lo que se conoce como “Hatha Yoga” y que constituyen el soporte físico y energético para avanzar hacia estados superiores de conciencia.
4) El control de la Energía Vital (Pranayama) que por medio del aprendizaje de técnicas específicas enseña las formas de respiración correctas.
5) La Abstracción de los Sentidos (Pratiahara) en donde la energía de la mente se enfoca hacia el interior del Ser separándose de los sentidos físicos.
6) La Concentración Mental (Dharana) que ocurre cuando la mente, libre ya de los sentidos y pensamientos mundanos, centraliza toda su energía en el trabajo espiritual y la liberación de sentimientos de paz y amor.
7) La Meditación (Dhyana) que sobreviene al entrar la mente en una situación pasiva de Paz Profunda en la que obtiene respuestas a sus más diversas inquietudes pasando por la experiencia del Silencio Interior que genera un estado de felicidad suprema.
8) El estado de Paz Infinita (Samadhi) que se manifiesta cuando la conciencia individual del practicante se funde con la Conciencia Universal lográndose la Unidad en el marco de una maravillosa experiencia.

BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA DEL YOGA 
Entre los beneficios más habituales alcanzados por el hombre occidental moderno pueden mencionarse los siguientes:

-Notable reducción del estrés y la ansiedad, disminuyendo los índices de hipertensión y cardiopatías.
-Mejoramiento de la elasticidad muscular y flexibilidad articular.
-Aumento de la capacidad pulmonar por utilización de una respiración más completa. Estados frecuentes y duraderos de lucidez mental y percepción psíquica.
-Mejoramiento de la concentración mental y de la memoria.
-Relajación psíquica y física que permite un comportamiento más sereno y armonioso.
-Reemplazo de situaciones y crisis nerviosas por estados de paz, comprensión, tolerancia, seguridad y confianza en sí mismo. Armonización del Ser por equilibrio de sus pilares básicos y fundamentales: cuerpo, mente y espíritu.

QUÉ ES EL HATHA YOGA
Hatha Yoga  proviene del sánscrito en donde Ha significa “Sol”, Tha significa “Luna” y Yoga, como vimos, unión. Esto hace referencia al principio universal de la dualidad o de las dos polaridades de la energía vital (prana) que inunda a todo el Universo. Es el Yin y el Yang. Lo activo, dinámico, solar o masculino, y lo pasivo, estático, receptivo, lunar o femenino. La dualidad complementaria que existe en toda manifestación.

Esta energía vital (prana) circula por el organismo humano a través de canales denominados “nadis” y es absorbida por el cuerpo por medio de centros energéticos llamados “chakras”. Hay 7 chakras principales distribuidos sobre la columna vertebral, 21 chakras secundarios como los ubicados en las manos y en los pies, y más de 600 menores que coinciden con los puntos de la acupuntura china.

La técnica del Hatha Yoga consiste en realizar una serie de ejercicios o posturas llamados “asanas” combinándolas con Pranayama o dominio del prana (energía vital) por medio de la respiración. Esto purifica los nadis o canales energéticos, activa los chakras y reestablece el equilibrio psico-físico necesario para que se cumpla el proceso más importante y espiritual que es la Meditación.

EL SONIDO “OM”
La silaba “OM”, tan relacionada con los estados de meditación y la postura o asana del “loto” (sentado con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas con el pulgar y el índice unidos) es en realidad un sonido sagrado.

Los yoguis dicen que representa la vibración original del Universo de donde proviene toda la creación. Es en sí una poderosa vibración que puede ser vocalizada dirigiéndola al paladar superior y las cavidades nasales respirando frotadoramente, o simplemente ser imaginada por la mente. Es el “mantra” o sonido emitido o imaginado más poderoso de todos y su repetición brinda un flujo de vibraciones positivas que se siente en todo el cuerpo estimulando particularmente a la glándula hipófisis que gobierna y regula el comportamiento de las demás glándulas endocrinas.

El sonido místico OM es el más utilizado por los practicantes de Yoga en sus sesiones de armonización o entonamiento previo.

LOS EJERCICIOS O POSTURAS DEL HATHA YOGA
Antes de que realices los ejercicios, tienes que tener en cuenta que, debido a las posiciones de elongación casi extrema que se suelen adoptar, hay que actuar con la mayor prudencia y respetando los límites que imponga tu propio cuerpo, sin que importe que puedas alcanzar las proezas que haga tu Instructor o los demás compañeros de tu clase. Luego, con el transcurso del tiempo y una dedicación constante podrás imitarlos, e incluso superarlos, si es que la Naturaleza ha dotado a tu organismo de las condiciones necesarias. Pero nunca deberás forzar ninguna postura, y  mucho menos cuando practiques en solitario. También te digo que si padeces de osteoporosis o algún problema muscular o articular, la consulta previa al médico se hace imprescindible. Te mostraré ahora cómo es la parte práctica.

LA  SESIÓN
Básicamente una sesión comienza con 5 minutos de relajación (Savasana) acostándose para tomar conciencia del cuerpo, aflojar los músculos y concentrar la mente en el proceso de la respiración (Pranayama). Luego hay que sentarse con las piernas cruzadas en la posición de loto y repetir el mantra OM tres veces.

Puede continuarse después con los ejercicios respiratorios abdominales (respiración yóguica completa), hacer el Saludo al Sol, y seguidamente incorporarse para ejecutar el resto de los asanas. Perdóname que no me explaye sobre estos temas pues en este artículo solamente comento  aspectos generales y enunciativos. Pero en mi CURSO COMPLETO DE INSTRUCTOR DE HATHA YOGA explico ampliamente todos los detalles de una clase o sesión completa como para que no sólo practiques tú, sino puedas guiar a otros y tener tus propios alumnos. Pídeme información al respecto.



LOS EJERCICIOS

Hoy he seleccionado 3 ejercicios de los más comunes y de fácil realización, para que compruebes por ti mismo lo bien que se siente el cuerpo y cómo mejora el ánimo luego de hacerlos. Uno se hace de pie (la palmera), el otro tendido de frente boca abajo (la cobra) y el tercero recostado sobre la espalda (la vela). Su ejecución no va a demandarte más de 15 minutos y con ellos podrás obtener interesantes resultados. Sus beneficios son los siguientes:

La Palmera: masajea e irriga la espina dorsal, otorgando salud, serenidad, vitalidad y juventud. Flexibiliza la columna vertebral. Elimina la adiposidad de la cintura. Beneficia al sistema endocrino. Otorga agilidad. Fortalece los músculos de la espalda y de la región abdominal. Tonifica ovarios y útero. Previene la constipación. Alivia los dolores lumbares.

La cobra: Da gran flexibilidad a la columna contribuyendo a la canalización de las energías que aportan vitalidad y juventud. Flexibiliza los ligamentos intervertebrales y los tendones de los músculos de la espalda, los cuales obtienen una buena irrigación sanguínea. Fortalece la virilidad masculina, y en la mujer, al tonificar ovarios y útero, promueve su femineidad.

La vela: mejora y favorece el retorno venoso, por lo tanto alivia la sensación de piernas cansadas y pesadas. Evita la aparición de várices o frena su progreso. Aumenta el flujo de sangre arterial al cerebro oxigenándolo. Flexibiliza la columna cervical. Descongestiona las vísceras abdominales. Corrige las curvaturas de la espina dorsal. Alivia la neurosis. Beneficia la tonificación de muslos, glúteos y piernas.

LA PALMERA


En posición de pie y con los brazos extendidos al frente, a la altura de los hombros, hunde el abdomen encorvando la espalda y exhalando todo el aire. Lleva luego los brazos hacia arriba y hacia atrás sacando el abdomen hacia delante mientras inspiras y arqueas la espalda en sentido contrario. Exhala volviendo adelante para comenzar de nuevo. Al imitar los movimientos de una palmera mecida por el viento, puedes ejecutar también flexiones laterales y rotaciones, inclinando y después girando el torso a uno y otro lado alternadamente. 
Dosis: repite 5 veces en cada dirección: adelante y atrás, a cada lado y en círculos.

LA COBRA


Colócate boca abajo sobre una colchoneta con las piernas juntas y estiradas. Flexiona los brazos apoyando las palmas de las manos a la altura del pecho con los dedos hacia delante. Los codos deben quedar pegados al tórax. Eleva luego el torso estirando los brazos, a la vez que arqueas la espalda y flexionas las piernas quedándote apoyada sólo en el vientre, como si trataras de unir los talones con la nuca. Vuelve a la posición inicial y repite el ejercicio 10 veces.

LA VELA


De espaldas sobre una colchoneta, extiende las piernas rectas hacia arriba colocando las manos bajo las caderas. Eleva luego las piernas y el torso quedándote apoyada sobre la espalda superior y los hombros. Sostén esta posición con las manos puestas en la cintura. Manteniendo siempre el torso vertical, flexiona y extiende las piernas en forma alternada como si pedalearas en bicicleta, hasta completar 10 repeticiones con cada pierna. Mientras trabajes respira normalmente sin retener el aire. Luego baja los pies hasta el suelo, descansa 30 segundos y repite lo mismo 3 veces.